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Entrevista HIM en Kerrang!: "Una vida diferente"



UNA VIDA DIFERENTE, EN CONTINUO MOVIMIENTO DE AEROPUERTOS, A HOTELES, A SALAS DE CONCIERTOS, LA VIDA DE UNA EXITOSA ESTRELLA DE ROCK NO ES SIEMPRE LO QUE PARECE.


VILLE VALO DE HIM TE INVITA A PUERTA CERRADA PARA QUE LO COMPRUEBES TU MISMO.


TEXTO: Tom Bryant // Fotos: Paul Harries

Traducción: Irene HIM Spain



No hay mucho tiempo entre el vuelo de Berlín a Londres para hacer mucho más. Subes, bajas, aterrizas.


Ciertamente, para el cantante de HIM Ville Valo, no es el momento de acomodarse. “Lleva menos de 2 horas,” dice. “Básicamente me sentaré, despegaremos, iré a distraerme, me pondré el cinturón de seguridad y aterrizaremos.”


Dice esto mientras él y su grupo se preparan para un remolino de constante movimiento. En los próximos meses, potencialmente próximos años, sus vistas serán paisajes pasando a toda velocidad por la ventana del autobús.


Se tratará de salas de embarque de aeropuertos y vestuarios de backstage, de estudios de televisión, objetivos de cámaras y grabadoras de periodistas. De vez en cuando, se tratará de multitudes cantando sus nombres.


Porque HIM tendrá mucho tiempo para re-acostumbrarse ellos mismos a la vida a 30.000 pies en los próximos meses, ya que la cinta de correr promocional para el recién salido a la venta Screamworks: Love In Theory And Practice, ha comenzado ahora en serio y les alejará de su finlandesa tierra natal para difundirlo por todo el mundo.


Hoy se van de Alemania donde han estado aireando sus nuevas canciones después de una entrevista con una modelo de Playboy en MTV. Esta noche aterrizan en Londres, la próxima noche uno de los conciertos del Día de San Valentín, al día siguiente, volarán a Australia donde empiezan su gira allí. Y entonces todo continúa, siempre viajando: nuevas ciudades, nuevas salas de conciertos y, esperan, nuevas caras. Sentados volando entre Alemania e Inglaterra, el futuro es que los pensamientos de Ville se aclaren. Después de su descanso, por supuesto.


A Ville no le importa volar en estos días. Hubo un tiempo, hace tiempo cuando bebía, que estar encerrado en un avión le hubiera puesto nervioso. Los nervios le hubieran hecho beber más; la bebida le pondría más nervioso. Era un problema. Aunque ahora, está resignado a su destino. “Si el avión sea cae, el avión se cae,” dice. “No hay mucho que pueda hacer al respecto.” Lo disfruta, incluso. Durante, aquí arriba, varias millas sobre el suelo, nadie puede molestarle, su teléfono no puede sonar, hay – durante un momento – calma.

“A algunas personas parece que les gustan tanto los aviones que pueden trabajar con sus portátiles pero yo no,” dice. “Los aviones son el único sitio en el que puedes tener tu móvil apagado, así que cuanto más largo es el vuelo, mejor, porque son como unas pequeñas vacaciones. Puede tener un poco de paz en el vuelo, especialmente cuando pones un poco más de dinero extra y vuelas en business. Te tratan como a un humano cuando estás ahí.

“Si estoy en un vuelo largo, me pongo un gorro, apago las luces, pido que nadie me moleste, y me voy a dormir,” añade Ville. “Normalmente duermo como un bebé en los aviones, es el mejor descanso. Probablemente es porque subconscientemente se que aquí no puedo trabajar. No va a haber llamadas al móvil que contestar, no hay nada que solucionar, estás en los brazos y en el tierno cuidado de la compañía aérea.”


CUANDO VILLE aterriza en Heathrow el sábado por la tarde antes del día de San Valentín, coge su bolsa del compartimento superior. Es una mochila pequeña y deportiva. Suficientemente grande, lo justo, para un ordenador, para unos vaqueros de repuesto, algo de ropa interior limpia, una camiseta y su medicina para el asma. Esto, extraordinariamente, es todo lo que se lleva de gira hasta mitad de mayo. No hay equipaje en la carga del avión o maletas con ropa para actuar para más adelante. Para cuatro meses de viaje y actuaciones, Ville necesita, más o menos, un ordenador, una muda completa, un par de inhaladores y un cepillo de dientes. Que se lo digan a Mariah Carey.

“Viajo con poco equipaje porque odio la idea de perderlo,” dice. “Es especialmente importante si viajas mucho y si te estás moviendo constantemente de una ciudad a otra. Es una verdadera molestia cuando pierden tu equipaje. Puedes conseguir lo básico que puedas necesitar allí donde aterrices, si se trata de calcetines o cepillos de dientes. Así que lo único que llevo es mi portátil. Además, si estás cambiando de hotel a diario, es una molestia tener montones de maletas. Lo odio.”


Este es un método de viajar que Ville aprendió de su amigo y estrella de Jackass Bam Margera. “Lo único que él lleva son dos tarjetas de crédito, un pasaporte y nada más,” añade Ville. “Ni siquiera lleva ropa de repuesto. Realmente admiro eso. Es como un sentimiento de libertad para mí.”


De vez en cuando, Ville lava su ropa en el baño del hotel, tendiendo sus calzoncillos para que se sequen, colgando sus calcetines en la barra de la ducha.


“Yo mismo me lavo la ropa, lavo todo a mano,” dice. “La limpieza en seco es demasiado cara. Así que lavo mi ropa en el lavabo del hotel. He hecho eso durante los últimos diez años. Esa es la razón por la que tengo tanto dinero para cigarrillos.”


Hubo un tiempo en el que viajaba a todas partes con una guitarra acústica, llevándola tras él después de registrarse en el hotel, para tocarla durante la noche cuando llegara la inspiración. Ahora, incluso, está probando un experimento.


“Normalmente, compraría una guitarra de segunda mano en una tiempo de empeño en algún lugar,” dice. “Esta vez, llevo mi portátil porque quiero hacer música electrónica. Fue una decisión consciente no traer mi acústica conmigo porque, desde que ha salido el nuevo disco, quiero intentar algo distinto. Así que llevo mi pequeño Pro Tools conmigo. Es algo bueno que hacer. Es como escribir una canción con un piano: yo no sé tocar el piano, así que me da un nuevo ángulo de escritura porque no sé qué estoy haciendo. Es igual que con secuenciadores. Toco y hago sonidos disco de los 70 y luego me río de ello. No tiene que ser algo serio.”


Sientes que, con una guitarra, tus dedos caen en los mismos patrones de siempre, tocas siempre los mismos viejos acordes?


“Bueno, tú has oído nuestros discos,” dice con cara seria. Espera dos segundos, luego tres, y luego ruge con su modesta sonrisa.


EN LA entrada del Hotel Soho de Londres, hay una escultura gigante de metal de un gato. Es tan grande que primero tuvieron que instalarlo y luego construir la recepción a su alrededor. A un lado hay un bar donde sirven botellines de cerveza a £4,50, un coctel vendrá acompañado de una fría factura de £20. Es ese tipo de sitio. También es donde a Ville le gusta estar en Londres.


Ya no se preocupa mucho a cerca del precio de la bebida aquí desde que el alcohol y él se separaron. Incluso, cuando él bebía, nunca habría tomado una cerveza en este bar. Sus antiguos y favoritos pozos en Londres, Garlic & Shots y The Crobar, están a tan solo unos minutos andando, mientas que la librería en la que normalmente se refugia cuando está en la ciudad, Foyles, está solo girando la esquina.


Llega al hotel directo desde el aeropuerto; su grupo va a otro hotel cercano. Parece una figura solitaria en el mostrador del hotel, solo, con la mochila en un hombro y firmando la hoja de registro que le da el recepcionista. Coge el ascensor hasta su habitación, deja la mochila, antes de volver escaleras abajo y salir a las calles del Soho durante un minuto.

Pasea a lo largo de Dean Street, parándose fuera en un quiosco antes de entrar y comprar un sándwich barato, un plátano y un mars. Echa un vistazo rápido a las calles antes de deambular de vuelta al hotel y desaparecer escaleras arriba otra vez en su habitación. Parece una vida solitaria.


“Oh, no parece eso en absoluto,” dice. “Es como una noche libre, para ser honesto. Es la primera noche libre que tengo en semanas. No tengo nada que hacer; por una vez no tengo trabajo que hacer. Simplemente puedo dormir. Dormir es lo más importante cuando estás de gira. Estaría en apuros si no durmiera lo suficiente. Este trabajo implica viajar mucho y siempre me estreso. Sentimos mucha presión, también, porque hemos trabajado en este disco durante mucho, mucho tiempo y pone nervioso y ansioso ver cómo va. Así que lo mejor que hacer, de vez en cuando, es simplemente acostarte y relajarte.”


Es una habitación agradable para relajarse. Estilosa. Hay un maniquí decorativo en una esquina, una cama enorme en el medio, y una televisión de plasma en la pared junto a un sofá y un sillón. El baño es espacioso, el lavabo le proporcionará espacio suficiente para lavar sus calcetines, pero es el baño lo que Ville tiene más ganas de usar. A Ville le gusta el baño. Pero antes de eso, algo le distrae en la televisión. Para Ville es un placer culpable.

“Me encanta Bargain Hunt”, dice sin sentir vergüenza.”No puedo explicarlo. Es como Dios; es más una cuestión de fe. No hay nada malo en ello. Está bien hecho, su ritmo es bueno, son rápidos y entretienen y son educativos porque hacen reseñas históricas y aprendes historia. Es el concurso de televisión perfecto.”


Hace diez años, qué hubiera pensado si lo hubiera sabido, en lugar de vivir una vida de estrella de rock por la que es justificablemente famoso, está tumbado en la cama a las ocho de la tarde viendo como el equipo azul alcanza al rojo en una batalla por el éxito en la sala de subasta?


“Hace diez años, todavía habría estado viendo Bargain Hunt,” dice. “Pero lo estaría viendo con una cerveza. Lo único constante en mi vida ha sido Bargain Hunt. Aunque, debería haber estado buscando distintos tipos de gangas hace diez años, también. La cantidad de gangas que puedes encontrar en Soho en mitad de la noche. Algunas deberían haber tenido algún valor histórico, también…”


SE LEVANTA a las 11 el día siguiente. “Es como la 1 del mediodía en Finlandia, así que roza la inmoralidad,” dice. Pide café al servicio de habitaciones, entonces bebe la mitad de una lata de Red Bull, cafeína merodeando por su sangre.


Se baña otra vez y permanece allí con el periódico, en remojo, todavía relajándose, consciente de que esta noche HIM estará presentando nuevo material al público. “Todavía no sé si a la gente le va a gustar o lo va a detestar,” se preocupa. Antes, viene una corriente de entrevistas. Hoy se suponía que iba a ser un día sin entrevistas, solo los curiosos merodeando. Se han ido añadiendo cosas al horario, una rápida entrevista de radio aquí, una entrevista por teléfono para una web allí, algunas fotos, otra entrevista, más trabajo. Y es Ville, y no el grupo, quien lo hace todo.


“Ellos hacen su parte,” dice. “Están haciendo las pruebas de sonido. Están haciendo algo igualmente importante porque se están asegurando de que todo suena bien. Todos ponemos mucha energía en esto.”


Hay una parte de él que quiere acaparar todas las entrevistas? Lo disfruta?

“Duro de decir,” dice. “Ocasionalmente, supongo. Es un pack completo: componer, ir al estudio, contarle a la gente lo jodidamente buenos que somos, grabar videos, hacer gira por todo el mundo, es todo un gran pastel. No veo ninguna separación entre esas cosas. Las entrevistas y las sesiones de fotos pueden ser divertidas también – que son mejores que estar por ahí con el grupo.”


Una vez más, dice esta última frase con cara seria, antes de que un brillo aparezca en su ojo, con la sonrisa una vez más en los labios. Hay artistas para los que pasar el día contestando las mismas viejas historias a las mismas viejas preguntas es como un infierno personal. Ville no es de ese tipo de personas. En su mayoría.


“Hay veces que sería mejor tener un sampler para las entrevistas,” admite. “Podría pulsar el uno y habría una respuesta genérica a cerca del disco, pulsar dos y habría un sampler mío diciendo: ‘este disco es un poco más sexual’, pulsar tres y sería yo diciendo: ‘estamos realmente orgullosos del disco….’


“En realidad, siendo serios, estamos es una posición privilegiada en la que la gente quiere preguntarnos a cerca de lo que hacemos. Nos sentimos honrados y alagados de que los periodistas quieran hacerlo.”


Si no estuviera atrapado en el hotel en este ciclo promocional, Ville lo admite, si es honesto, no estaría haciendo mucho. Se pasearía por Foyles y miraría las películas de las estanterías. Casi con toda seguridad compraría algo, y vuelta a recostarse en su cama y leer.


“Y me daría también un baño súper-largo,” añade. “Me gustan bastante las cosas sencillas y eso es bastante sencillo. Mata el tiempo. No puedes estar trabajando siempre; es imposible, no importa cuánto te esfuerces. Las cosas no funcionan así. Y me estoy haciendo mayor también, me temo que es por eso que me gustan las cosas sencillas. Tan solo estoy creciendo.”


Hoy, no obstante, habla y habla. Tiene mano con el entrevistador. Puedes hablar de las cosas más mundanas e inyectarlas de glamour; hace que lavar su ropa interior en el lavabo del hotel suene de algún modo romántico. El hombre de una emisora de radio que viene a hablar con él se va con una sonrisa en la cara, encantado por el cantante. Es la misma reacción a lo largo de todo el día.

“He conocido a muchos periodistas que han llegado a ser mis amigos con el paso del tiempo,” dice a cerca de su relación con la prensa. “El periodismo es una forma de arte y me gusta hacerlo lo mejor posible para dar algo con lo que trabajar. No quiero decir que lo tenga todo calculado, simplemente me gusta charlar un rato. Para ser honesto, ésa es la única manera de permanecer cuerdo.”


Es cansado, no obstante, y el reloj indica que se acerca la hora del concierto, señala. Con ganas de escapar, esperando cargar pilas antes de subir al escenario.


“Hoy es un buen ejemplo de qué frenético resulta sacar un disco,” dice. “Antes de un concierto, lo que normalmente trato de hacer es no hablar tanto como ahora. Prefiero tomarme las cosas tan fáciles como me sea posible y pasar algo de tiempo solo. Me gusta sentarme durante un segundo y simplemente tratar de recordar las letras.”


Y, con esto, desaparece para hacer eso precisamente.


EL BACKSTAGE EN The Garage no es muy saludable. La pequeña sala al norte de Londres está siendo la anfitriona para un concierto especial de HIM en el que presentarán el disco nuevo a sus fans. Las entradas se agotaron en 20 minutos pero la aglomeración frente al escenario no es nada comparada con la aglomeración que hay detrás.


El vestidor es poco más que un pasillo en el que el quinteto está encajado, junto a ellos hay un manager, un tour manager, un agente de reservas, un representante de la compañía de merchandising, un fotógrafo, dos ganadores de un concurso, un guardia de seguridad de la sala, el jefe de prensa del grupo y varios miembros del equipo. Cómodo no es la palabra.

También está húmedo pero hay un murmullo evidente. Hay nervios, también. Nervios ya sea por la incertidumbre de si el nuevo material gustará, ya sea por si el público conoce ya las canciones o por si les gustarán cuando las conozcan. Ville tiene una sonrisa en su cara que, de algún modo, no transmite felicidad sino miedo. Él ha hecho el setlist, adaptándolo para la noche, retocándolo hasta que sintiera que estaba bien. Entonces, todo lo que puede hacer es salir con su grupo al escenario y presentarlo, con los corazones en la boca.


Necesita no estar preocupado. Las 600 personas están comiendo de la palma de la mano de HIM. Ellos cantan las nuevas canciones, sacan los mecheros en las canciones lentas, saltan como si estuvieran electrificados. HIM no podrían ser más queridos esta noche ni aunque lo intentaran. Ellos también lo sienten. En el escenario, ellos ríen las sonrisas de los delirantes (fans). Se ríen y se entregan al momento. Se rinden a la calidez de su recepción.


Y después, finalmente, se bajan del escenario. Están empapados en sudor; están hechos polvo y les falta el aire en la humedad de la habitación. Pero están contentos.

“Fue súper divertido,” dice Ville. “Las chicas de la primera fila fueron absolutamente magníficas. Es milagroso presentar canciones nuevas y tener a gente cantándolas tan solo una semana después de que saliera el disco. Me ha puesto bastante sentimental ver a gente disfrutando tanto. Ha sido un poco emotivo.”


Y mientras HIM lo celebra durante el resto de la noche. Hablan de los planes de gira para el resto del año, de los países que visitarán, de los sitios a los que irán. Y piensan en el largo vuelo nocturno hacia Australia del día siguiente y de la mejor manera de pasar el tiempo en Londres hasta entonces. Para Ville al menos, hay varias opciones. Hay una exposición de Bob Dylan en una galería, hay muchas librerías por las que merodear, hay muchas cosas con las que ocupar su tiempo en una de sus ciudades favoritas.


“Tengo un día en Londres con nada que hacer,” dice. “Es milagroso.”


Piensa durante un minuto.


“Sabes qué,” dice con una sonrisa. “Creo que voy a pasar el día en la bañera viendo Bargain Hunt. Hmm, el baño y Bargain Hunt. Sabes qué? De ahí saldría una camiseta bastante buena.”



Querido Ville….. EL LIDER DE HIM CONTESTA VUESTRAS PREGUNTAS….


TU ARTE CORPORAL NUEVO ES MUY INTERESANTE. PUEDES CONTARNOS LA IDEA DETRÁS DE LOS TATUAJES NUEVOS?

“No hay ideas detrás de ellos, fue más bien una falta de ideas. Nunca pienso mucho cuando se trata de eso. Kat (Von D, tatuadora de Valo) es realmente buena en lo que hace y ya la he dicho varias veces que mi cuerpo es su lienzo y la hedado permiso para hacer todo lo que ella quiera.”


TIENES ALGÚN MIEDO O FOBIA?

“No me gustan las cucarachas pero también me intrigan. En Finlandia no hay, así que a lo mejor es por eso.”


QUIERO HECHIZARTE DESPUÉS DE UN CONCIERTO, QUÉ NO DEBO HACER?

“Me gusta que me sorprendan, así que no hay nada que pueda ser malo. Si ella salta de un flightcase, por ejemplo, sería bastante memorable pero eso no lleva necesariamente a una relación de larga duración. Se merecería un tatuaje, sin embargo.”


HE LEÍDO EN ALGUNAS ENTREVISTAS QUE NO TE GUSTA EL BESO FRANCÉS. ES ESO VERDAD?

“Eso es completamente falso. Por qué no iba a gustarme? Esta es una pregunta muy rara. Estoy en shock. Es como si alguien preguntara ‘He leído en muchas entrevistas que no te gusta Black Sabbath’

Qué?”


QUÉ EL LO PRIMERO QUE HACES CUANDO LLEGAS A CASA DESPUÉS DE UNA GIRA?

“Enciendo la calefacción.”


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